Paco Moncayo conoce o teme la venida de Abdalá. Si viene,Moncayo prefiere no tenerlo de enemigo. Le es bien sabido que Abdalá puede ser un enemigo político devastador. Hasta ahora ninguno de nuestros políticos ha podido superar su capacidad para la ironía popular y el insulto pulverizante. Su carta busca hacer las paces con él para que si regresa no le convierta en blanco de su denuncia como cómplice del golpe de estado que estaba llamado a impedir y no lo hizo.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario